HERENCIA MENDELIANA
Mendel nació en 1822 en Austria. Interesado en la Genética, estudió los resultados de los cruzamientos entre dos variedades de guisantes. Mediante miles de cruzamientos recogió una gran cantidad de datos sobre las frecuencias con que se transmitía cada una de las características de la planta. A partir de estos datos postuló una serie de leyes sobre la herencia de los caracteres biológicos.
1 Primera Ley de Mendel. Mendel trabajó fijándose en siete caracteres, cada uno de los cuales podía tener dos manifestaciones o características diferentes. Por ejemplo, para el carácter forma de la semilla había dos posibilidades: rugosa o lisa. Escogió plantas de semilla lisa y plantas de semilla rugosa y se aseguró que se trataban de razas puras. Para ello, comprobó que siempre que se fecundaban plantas de semillas rugosas daban semillas rugosas, e igual para el caso de las lisas. El primer experimento consistió en cruzar ambas variedades. En este caso siempre encontró que la descendencia presentaba el mismo carácter: semillas lisas. De este hecho surge la primera ley de Mendel llamada ley de la uniformidad, que se puede expresar así: Todos los descendientes del cruce entre dos razas puras son iguales entre sí.
2 Segunda Ley de Mendel. Mendel denominó generación P (generación de los progenitores) a los dos primeros individuos de razas puras. A la primera generación resultante (todos ellos con el mismo fenotipo) los denominó F1 (primera generación filial). Mendel quiso probar si la generación F1 se trataba de una raza pura (al igual que el progenitor de semilla lisa). Para ello cruzó individuos del F1 entre sí, obteniendo una segunda generación filial F2. El resultado fue la aparición de dos clases de semillas: unas lisas y otras rugosas. La proporción era 3:1 a favor del carácter liso, que es el que había aparecido en todos los individuos de la primera generación. El hecho de que al fecundar semillas lisas se obtuvieran frutos con semillas rugosas implicaba que estas plantas podrían tener la información hereditaria para la característica rugosa. Si en las primeras (F1) no se manifestaba debería de ser porque la información lisa dominaba sobre la rugosa. Así pues, la información hereditaria debía encontrarse por duplicado. A la característica que se manifiesta Mendel la denominó carácter dominante, y a la que no se manifiesta carácter recesivo. A las partículas o sustancias responsables de transmitir dichas características las denominó factores hereditarios (lo que hoy llamamos genes). A partir de estos resultados se deduce la segunda ley de Mendel, llamada ley de la segregación, que se resume así: Los dos factores hereditarios que informan para un mismo carácter, no se fusionan o mezclan, sino que permanecen diferenciados durante toda la vida del individuo y se segregan, es decir, se separan y se reparten, en el momento de la formación de los gametos. Así pues, Mendel consideró que no todas las semillas lisas en F2 eran iguales. Tendría que haber el doble de semillas lisas portadoras del carácter rugoso (heterocigóticas) que de semillas lisas de raza pura (homocigóticas dominante). Para comprobar si un individuo es homocigótico o heterocigótico para un carácter se realizan cruzamientos prueba. Para comprobar sin una planta de semillas lisas es homocigótica o heterocigótica, se realiza un cruzamiento prueba (retrocruzamiento) con una planta rugosa de raza pura (en nuestro caso todas las plantas de semilla rugosa han de ser de raza pura: homocigóticas recesivas). Si en la descendencia existen plantas con semillas rugosas el individuo problema es heterocigótico, en caso contrario homocigótico.
3 Tercera Ley de Mendel. Los experimentos consideras hasta aquí atienden al comportamiento de los factores hereditarios observando un solo carácter. Los mismos resultados se obtienen si observamos el carácter color de la semilla, el cual puede ser amarillo o verde, siendo el primero dominante sobre el segundo. Con el tercer experimento, Mendel quiso comprobar si existían interrelaciones entre caracteres, por ejemplo, entre el tipo de piel y el color de la semilla. Para ello realizó un cruce entre plantas de guisantes que daban siempre semillas amarillas y lisas (individuos doble homocigóticos dominantes) y plantas, también de raza pura, que daban semillas verdes y rugosas (individuos doble homocigóticos recesivos). De este cruce obtuvo una descendencia F1 homogénea amarilla y lisa. Presumiblemente eran dihíbridos (heterocigóticos para ambos caracteres). Mediante el cruzamiento de la F1 se obtuvo una F2 heterogénea: De 566 semillas que recogió, 315 eran semillas amarillas y lisas, 108 eran verdes y lisas, 101 amarillas y rugosas, y 32 verdes y rugosas. La proporción obtenida era 9:3:3:1. De todo ello se deduce que en la herencia los caracteres amarillo-liso no permanecen siempre unidos, y los mismo ocurre con los caracteres rugoso-verde, los cual demuestra que existe una independencia entre ellos, ya que pueden formar combinaciones liso-verde y rugoso-amarillo. A partir de estos resultados se enuncia la tercera ley de Mendel o ley de la herencia independiente de los caracteres: Cada uno de los caracteres hereditarios se transmite a la descendencia con absoluta independencia de los demás.
4 Formulación actual de las leyes de Mendel: Utilizando los términos actuales empleados en genética, las tres leyes de Mendel pueden expresarse así:
Primera ley: El cruce de dos razas puras da una descendencia híbrida uniforme tanto fenotípica como genotípicamente.
Segunda ley: Al cruzar entre sí los híbridos obtenidos en la primera generación los caracteres se separan y se reparten entre los distintos gametos, apareciendo así varios fenotipos en la descendencia.
Tercera ley: Los distintos caracteres se hereden independientemente unos de otros, combinándose al azar en la descendencia.
1 Primera Ley de Mendel. Mendel trabajó fijándose en siete caracteres, cada uno de los cuales podía tener dos manifestaciones o características diferentes. Por ejemplo, para el carácter forma de la semilla había dos posibilidades: rugosa o lisa. Escogió plantas de semilla lisa y plantas de semilla rugosa y se aseguró que se trataban de razas puras. Para ello, comprobó que siempre que se fecundaban plantas de semillas rugosas daban semillas rugosas, e igual para el caso de las lisas. El primer experimento consistió en cruzar ambas variedades. En este caso siempre encontró que la descendencia presentaba el mismo carácter: semillas lisas. De este hecho surge la primera ley de Mendel llamada ley de la uniformidad, que se puede expresar así: Todos los descendientes del cruce entre dos razas puras son iguales entre sí.
2 Segunda Ley de Mendel. Mendel denominó generación P (generación de los progenitores) a los dos primeros individuos de razas puras. A la primera generación resultante (todos ellos con el mismo fenotipo) los denominó F1 (primera generación filial). Mendel quiso probar si la generación F1 se trataba de una raza pura (al igual que el progenitor de semilla lisa). Para ello cruzó individuos del F1 entre sí, obteniendo una segunda generación filial F2. El resultado fue la aparición de dos clases de semillas: unas lisas y otras rugosas. La proporción era 3:1 a favor del carácter liso, que es el que había aparecido en todos los individuos de la primera generación. El hecho de que al fecundar semillas lisas se obtuvieran frutos con semillas rugosas implicaba que estas plantas podrían tener la información hereditaria para la característica rugosa. Si en las primeras (F1) no se manifestaba debería de ser porque la información lisa dominaba sobre la rugosa. Así pues, la información hereditaria debía encontrarse por duplicado. A la característica que se manifiesta Mendel la denominó carácter dominante, y a la que no se manifiesta carácter recesivo. A las partículas o sustancias responsables de transmitir dichas características las denominó factores hereditarios (lo que hoy llamamos genes). A partir de estos resultados se deduce la segunda ley de Mendel, llamada ley de la segregación, que se resume así: Los dos factores hereditarios que informan para un mismo carácter, no se fusionan o mezclan, sino que permanecen diferenciados durante toda la vida del individuo y se segregan, es decir, se separan y se reparten, en el momento de la formación de los gametos. Así pues, Mendel consideró que no todas las semillas lisas en F2 eran iguales. Tendría que haber el doble de semillas lisas portadoras del carácter rugoso (heterocigóticas) que de semillas lisas de raza pura (homocigóticas dominante). Para comprobar si un individuo es homocigótico o heterocigótico para un carácter se realizan cruzamientos prueba. Para comprobar sin una planta de semillas lisas es homocigótica o heterocigótica, se realiza un cruzamiento prueba (retrocruzamiento) con una planta rugosa de raza pura (en nuestro caso todas las plantas de semilla rugosa han de ser de raza pura: homocigóticas recesivas). Si en la descendencia existen plantas con semillas rugosas el individuo problema es heterocigótico, en caso contrario homocigótico.
3 Tercera Ley de Mendel. Los experimentos consideras hasta aquí atienden al comportamiento de los factores hereditarios observando un solo carácter. Los mismos resultados se obtienen si observamos el carácter color de la semilla, el cual puede ser amarillo o verde, siendo el primero dominante sobre el segundo. Con el tercer experimento, Mendel quiso comprobar si existían interrelaciones entre caracteres, por ejemplo, entre el tipo de piel y el color de la semilla. Para ello realizó un cruce entre plantas de guisantes que daban siempre semillas amarillas y lisas (individuos doble homocigóticos dominantes) y plantas, también de raza pura, que daban semillas verdes y rugosas (individuos doble homocigóticos recesivos). De este cruce obtuvo una descendencia F1 homogénea amarilla y lisa. Presumiblemente eran dihíbridos (heterocigóticos para ambos caracteres). Mediante el cruzamiento de la F1 se obtuvo una F2 heterogénea: De 566 semillas que recogió, 315 eran semillas amarillas y lisas, 108 eran verdes y lisas, 101 amarillas y rugosas, y 32 verdes y rugosas. La proporción obtenida era 9:3:3:1. De todo ello se deduce que en la herencia los caracteres amarillo-liso no permanecen siempre unidos, y los mismo ocurre con los caracteres rugoso-verde, los cual demuestra que existe una independencia entre ellos, ya que pueden formar combinaciones liso-verde y rugoso-amarillo. A partir de estos resultados se enuncia la tercera ley de Mendel o ley de la herencia independiente de los caracteres: Cada uno de los caracteres hereditarios se transmite a la descendencia con absoluta independencia de los demás.
4 Formulación actual de las leyes de Mendel: Utilizando los términos actuales empleados en genética, las tres leyes de Mendel pueden expresarse así:
Primera ley: El cruce de dos razas puras da una descendencia híbrida uniforme tanto fenotípica como genotípicamente.
Segunda ley: Al cruzar entre sí los híbridos obtenidos en la primera generación los caracteres se separan y se reparten entre los distintos gametos, apareciendo así varios fenotipos en la descendencia.
Tercera ley: Los distintos caracteres se hereden independientemente unos de otros, combinándose al azar en la descendencia.
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